Campanilla fue rescatada de una plaza de toros…

Campanilla fue abandonada, junto con toda su familia, en un monte rodeado de carreteras. Posiblemente, habían sido utilizados para criar y sacar partido de la reciente moda “mascotista” que ha terminado por afectar a los cerdos vietnamitas, pero a sus explotadores se les fue de las manos.

Allí, la gente del pueblo “les dio caza” y los encerraron en la plaza de toros, donde vivirían aterrorizados hasta la fecha de su sacrificio.

Afortunadamente, existe un lugar, un pequeño rincón en la tierra, quizás considerado una utopía hecha realidad, donde se deseaba la llegada de Campanilla, donde lo único que se espera de ella, es que sea lo que quiera ser, donde no es considerada como algo, sino como alguien. Donde la muerte no está planeada y no le asaltará prematuramente. Un lugar donde puede correr y jugar, donde ya no tiene que sobrevivir, si no vivir.

Bienvenida Campanilla a las tierras de nunca jamás, donde nunca jamás te abandonarán. Esta tierra es tuya, nuestra, la que podrás compartir con el resto de niños perdidos. Campanilla, aquí ya no habrá Capitán Garfio que te secuestre, y el cocodrilo Tic tac, será un amigo más con quien jugar.

Campanilla hoy es una cerdita feliz que aún es desconfiada con los humanos, debido al miedo del pasado, pero muy sociable con el resto de los animales de El Hogar Animal Sanctuary. Sobre todo, ha encontrado en la vaca Clara una gran amiga, demostrando así que el tamaño no importa en la amistad.