Personas que dicen ser amantes del mundo rural y con una evidente incapacidad de convivir con este mismo mundo, utilizan el asesinato como vía para dominar la fauna salvaje como si de un mero obstáculo se tratara. Por otro lado, según datos del Gobierno, en España existen 802 granjas cinegéticas, de las cuales 285 son para cría de animales de caza mayor como el ciervo, el corzo, el gamo, el jabalí, etc. Y las 517 restantes están destinadas a la caza menor, es decir a la cría de conejos y aves, tal y como está recogido en el Registro General de Explotaciones Ganaderas. 

​​Desde hace años en Cataluña la población de jabalíes va en aumento y es cada vez más frecuente ver a estos animales moverse en zonas urbanas en búsqueda de comida. Este fenómeno evidencia la absoluta inutilidad de las batidas de caza. Desde el poder se ha trabajado duro en la estigmatización de esta especie, ofreciendo subvenciones a los cazadores para incentivar el asesinato en masa bajo el pretexto de plaga, acusándola de ser peligrosa y agresiva, nada más lejos de la realidad.

El pasado 2023, la Generalitat implementó las Pig Big Trap, una trampa que consiste en colocar comida como cebo en el centro de un recinto que permanece abierto por completo o por varios lugares, hasta que los jabalíes están dentro comiendo en grupo, momento en el que caen las redes y la trampa se cierra por completo dejando a los animales atrapados dentro. Tras la captura, los responsables de la instalación, y en este caso la Generalitat de Cataluña, a través de los Agents Rurals, los matan a tiros. Familias enteras de jabalíes, con sus bebés, asustados y atrapados a traición cuando solo buscaban algo de comida, son fusilados a sangre fría.