Angelines llego al Santuario siendo un bebé de 2 meses de edad.

Fue rescatada de una granja de engorde, donde junto con otros bebés vivía hacinada en pequeños compartimentos para que no pudieran correr y desarrollar su musculatura, pues de lo contrario sus carnes no servirían para el consumo humano. Se les engordaba día y noche, bebés separados de sus madres nada más nacer. Vivían rodeados de sus propios excrementos esperando una muerte segura.

Angelines no comía como el resto de los cerditos y eso era un problema, no engordaba. Para la granja no resultaba rentable y querían deshacerse de ella. Su salvación estaba cerca, por desgracia el resto de cerditos no corrieron la misma suerte.

En octubre de 2014 activistas de El Hogar Animal Sanctuary, rescataron a Angelines de aquel infierno. Hoy Angelines es una cerdita libre, querida y respetada.

Ya nunca será “algo” aquí en el santuario es alguien, alguien muy importante. Es un miembro de nuestra familia. Sus ganas de vivir no tienen límite, sabe lo que es ser libre.

No todos los cerditos tienen la suerte de vivir en libertad, aquí en su casa, junto a su familia puede vivir feliz, durmiendo tranquila, sin miedo, siendo ella misma. Junto a todos sus hermanos en el Santuario nos hará felices a todos nosotros.