Calabaza es la gata más pizpireta del lugar. 

Habla, ríe y canta. Calabaza es una gatita feliz, alegre y divertida. Le gusta subir a las alturas para vernos mejor, es fácil verla encima del tejado llamándonos para que vayamos a mimarla. Y es que pocas gatas son tan cariñosas y tan deseosas de tener una mano acariciando su provocativa barriguita. 

Con otros gatos se lleva bien pero tampoco la hace falta convivir con más de su especie para ser feliz. Ella, teniendo un humano amigo y comida rica (le encanta comer, se deduce al ver su bonita y achuchable barriga) es la gata más agradecida del mundo.

La recogieron de la calle hace más de dos años, creemos que fue un abandono porque está muy acostumbrada a vivir en familia. Cada día nos hace notar que echa en falta la compañía.

Calabaza es inmunodeficiente, una enfermedad crónica que afecta al sistema inmunológico. Ella, como tantos otros gatos que son positivos a esta enfermedad, hacen una vida normal. Pueden vivir tantos años como un gato negativo. Sólo hay que cuidar y vigilar su salud y estado emocional, para que no tengan estrés, y proporcionarles una buena alimentación (vegana), para que estos gatos sean compañeros por un largo período de tiempo, y así estén sanos y lozanos como la alegre Calabaza.