Son pequeñitos,
algunos vuelan,
y otros se desplazan caminando.
Algunos nacen con cien pies para correr,
y otros tienen un par de antenas para no chocarse.
Algunos verás con fuertes patas,
nacieron con ellas para saltar.
Y otros insectos son expertos en escavar.
Sea como sea su cuerpo,
estos animales son buenos.
No hay bonitos ni feos,
todos merecen respeto.

Recuerda siempre,
cuando te encuentres con uno de ellos,
que todos los animales tienen papá y mamá,
y que si algo les pasa,
su familia les va a llorar.

Cuidado por tanto,
pequeño humano,
cuando decidas alzar un pie
o tu deseo sea saltar.
Recuerda que debajo de ti
puede haber otros seres más chiquitos
y que su deseo es vivir.

“Educando en el respeto. Educando por la vida”.