Carmen es una perrita de 15 años que tuvo un pasado muy difícil. Deambulaba por las calles sola y la rescatamos de la perrera mientras tiritaba esperando que alguna alma bondadosa la cuidara.

La abuelita Carmen llegó al santuario con artrosis, tumores en las mamas, enfermedad de cushing y, lo más impactante de todo, un perdigón en la mama.

Al principio no se mostraba muy cariñosa ni confiada, pero poco a poco viendo todo el amor que le rodea en el santuario y junto a sus amigos perrunos felices, empezó a correr y a buscar nuestras caricias.

Aunque ahora tiene los ojos delicados y necesite tratamientos de por vida, ella es uno de los 300 animales a quien hemos conseguido que le vuelva a brillar la mirada y le regresen las ganas de vivir en las Tierras de Paz.

¡Amadrina a esta dulce abuelita y ayúdanos a cuidar de ella!