Carta de amor y agradecimiento

Esto es una carta de amor y agradecimiento.

Amor, por la dedicación de l@s voluntari@s, por la bondad de nuestros socios, la sensibilidad de las madrinas y el apoyo de los adoptantes que un día decidieron formar parte de esta gran familia.

Unas palabras de agradecimiento para esas personas conscientes de la realidad de los animales que hasta ahora para nosotras eran desconocidos, que vieron nuestra llamada de auxilio explicando la precariedad de nuestra situación y se lanzaron raudos a salvarnos.

Fueron vuestras muestras de cariño las energías que nos faltaban para remontar, dejamos de sentirnos solas sabiendo que había a nuestro lado tanta gente que valoraba y entendían nuestro trabajo.

Estamos pasando una mala época, sí. Pedimos ayuda y nos están respondiendo. En este caso, nosotr@s que ya nos definimos tiempo atrás como “pobres como un ratón de iglesia” nos hemos dado cuenta de que lo somos sólo de manera financiera, que nuestro cash-flow anda atascado y nuestras stock options brillan por su ausencia. Somos sin embargo, millonarias en cariño, en abrazos, en besos y mucho amor. Y aunque entre el amor y la gratitud la palabra dinero sobra, siendo sinceros, como acostumbramos a ser, vuestros donativos salvaron nuestra vida. Si, para nosotros –Bill, Victor, Caliero, Jana, Brandon, Coco, Zorbas y el resto de la familia multiespecie que vivimos en este Santuario-, el poder seguir habitando en semi libertad, sin jaulas, sin cadenas ni puertas cerradas es ya la única posibilidad de existir. Si pudiéramos vivir de eso, de las virtudes del asceta, seríamos más felices. Pero, aunque no queramos, tenemos facturas que pagar y una huchita que llenar, para comprar nuestro futuro Santuario.  Ese proyecto de paraíso seguro donde ya nunca nadie nos podrá echar.  Gracias entonces, amigos de EL Hogar por hacer posible que nuestro humilde paraíso no cierre sus puertas y podamos seguir viviendo en paz.

De ello se han hecho conscientes nuestr@s amig@s: Socios, madrinas, adoptantes y l@s voluntari@s que se han quedado sin dormir para ir a buscar a Julieta, se han quedado sin comer para ir al veterinario, se han metido en la basura a buscar frutita en buen estado para dar alimento a nuestros animales, se han quedado sin vacaciones para construir un estanque para los patos, han cambiado piscina de verano por manguerazo con los perros, la comodidad de sus casas por cuidar día y noche de El Hogar, la playa por jugar con las ovejas y el dinero del cine por vacunas para los gatos.

Han sabido que este mes fue durísimo y necesitabamos mas ayuda de lo habitual. Y gracias de nuevo, a todos vosotr@s  hemos saltado el bache y hemos podido seguir haciendo nuestro trabajo: hemos rescatado, curado, operado, querido, mimado, jugado, alimentado, concienciado, informado y besado mucho!

Por  todo esto, por hacer que olvidemos esta mala racha, por hacer que nuestras sonrisas hagan desaparecer las lágrimas, las preocupaciones se han hecho más pequeñas con la ilusión que nos habéis traído: GRACIAS, ahora volvemos a abrir nuestros brazos (alas y patas) para daros la bienvenida a la asociación, al Santuario-escuela, a vuestra nueva casa.

¡¡GRACIAS A TOD@S!!

Paula González y Elena Tova