¿Cómo afrontar la mala noticia?
Escuchar que un compañero querido ha perdido o está a punto de perder la vista es una noticia angustiosa. Normalmente es muy difícil asimilar las razones que hay detrás de estos cambios y comprender sus implicaciones dentro de los límites de la sala de una consulta clínica. Más tarde, cuando ambos hayáis regresado a casa, tendréis tiempo de empezar a gestionar vuestras emociones y decidir la mejor manera de proceder. De forma natural nos afligimos ante las pérdidas, y perder la visión parece un gran obstáculo que superar. Es muy importante que hables con tus seres queridos y amigos comprensivos.
Los gatos que tienen una discapacidad visual suelen llevar una vida muy feliz y satisfactoria. Es importante no subestimar su increíble capacidad de adaptarse. Pueden aprender rápidamente a vivir con ceguera manteniendo una muy buena calidad de vida. A los gatos les resulta mucho más fácil adaptarse que a los humanos, ¡y el cambio a menudo es mucho más difícil para el dueño que para el gato!
No debemos asumir que el gato se siente igual que nosotros frente a la situación. Los gatos no tienen las mismas emociones que nosotros, y la vida es mucho más sencilla para ellos. No se preocupan por las mismas razones que nosotros. Las necesidades de un gato son muy básicas: todo lo que necesitan es comida, agua, refugio, un lugar seguro donde estar tranquilos y enriquecimiento social de sus vidas. Por supuesto, también necesitan a un esclavo que cumpla sus órdenes, ¡y ese siempre ha sido tu trabajo! Lo que para nosotros es devastador no es necesariamente un trauma para ellos. Con tiempo, comprensión y paciencia, tu gato generalmente logrará adaptarse sin problemas.
A los gatos no les gustan los cambios cuando tienen opción, pero cuando esa situación es una realidad para ellos, tienen una capacidad extraordinaria de adaptarse sin problemas. Las nuevas limitaciones solo pueden aprenderse mediante la experiencia y la memorización. Se producirán cambios de comportamiento, pero estos pueden ser positivos. Se requieren pequeños cambios para vivir con un gato que no puede ver; hay cosas sencillas que puedes cambiar en casa para hacerles la vida más cómoda.
Los gatos que tienen una discapacidad visual suelen llevar una vida muy feliz y satisfactoria. Es importante no subestimar su increíble capacidad de adaptarse.
Tara, hija felina de Ana Expósito, seguidora de El Hogar
La gente siempre hace muchas preguntas al escuchar esta mala noticia. ¿Ha sido culpa mía? ¿Hay algo que podría haber hecho para evitarlo? ¿Debería haber llevado a mi gato al veterinario antes? Siempre es difícil responder a estas preguntas en retrospectiva. Es muy poco probable que tú hayas causado que tu gato se quede ciego. Muchas de las condiciones que causan la ceguera no se pueden prevenir. Las enfermedades genéticas no se pueden detener, y se pueden producir infecciones que son difíciles de controlar. En ocasiones, se podría haber salvado la visión llevando al gato al veterinario antes. Por ejemplo, en caso de presión arterial alta (hipertensión), un veterinario con experiencia puede detectar los primeros síntomas antes de que se produzca un desprendimiento de retina. Sin embargo, es perfectamente razonable no llevar al gato al veterinario hasta que aparecen signos obvios de sangre en el ojo y ceguera, momento en el cual puede ser demasiado tarde para salvar la visión. Con frecuencia, los gatos no muestran signos de mala salud de manera obvia, y es difícil notar que están durmiendo más o menos. Solo podemos hacer lo mejor para ellos cuando entendemos lo que está sucediendo y proceder a partir de allí.
Fuente: Capítulo extraído y traducido del libro Caring for a blind cat (cuidando a un gato ciego), de Natasha Mitchell.