Insectos: El dolor que a nadie importa

Recientemente todo el país se hacía eco de una novedad hasta hace poco impensable en nuestra cultura: insectos en la gastronomía española.

Grandes superficies como Carrefour ya han dado el paso y han comenzado a comercializar insectos como aperitivo o en forma de barritas para tantear la respuesta del público. Y ésta no se ha hecho esperar: ha sido un éxito.

Lo que hace poco a la mayoría de la gente le parecía horrible, ahora se ha convertido en una moda que ha ampliado el abanico de especies sobre las que causar daño y muerte… Y es que los insectos, por pequeños que sean, siguen siendo animales sobre los que no deberíamos tener el derecho de abusar. Varios estudios demuestran que los insectos sienten dolor y, sólo por esa capacidad de sufrir, merecen que se respeten sus vidas.

No importa que sus cuerpos sean más pequeños o que a los humanos nos desagraden más por su aspecto. Lo importante es que un ser capaz de sentir dolor debe merecer que se le proteja de ello y no que se explote su vida hasta su asesinato por un capricho más de los humanos, que ahora empiezan a ver una “tendencia de moda” en una nueva forma de explotación.

Por otro lado, los insectos son muy importantes para los ecosistemas y el medio ambiente. Ahora que llega el calor, los insectos comienzan de nuevo a poblar las calles y los jardines junto a nosotros y son muchas las personas que los matan sin pensárselo dos veces porque les resultan molestos sus zumbidos, sus picaduras o su mera presencia.

Métodos muy crueles que van desde aplastarlos a manotazos o con matamoscas hasta rociarlos con veneno en forma de insecticida y pasando por las conocidas lámparas de luz azul, que no sólo los mata de forma agónica, sino que los atrae hacia una trampa mortal aunque el animal no tuviera intención de acercarse.

Existen muchos remedios naturales y no tóxicos para repeler a todo tipo de insectos. Mezclas y productos que no les dañan a ellos ni tampoco a nosotros y que evitan que puedan causarnos molestias o picaduras sin necesidad de matar a nadie por una incomodidad, algo totalmente desproporcionado e injusto.

Existen distintos tipos de plantas que podemos poner cerca de las ventanas o en los huertos para ahuyentar a los insectos, aceites esenciales, remedios simples como usar sal o café en las zonas de paso de hormigas, recetas de sprays sencillas y ecológicas para poder rociarnos y usar de repelente cuando salgamos al jardín o al parque ¡o incluso al dormir!…

Este verano acuérdate de los más rechazados y piensa antes de matarles que ellos también sienten  que no están ahí para molestarte. Escoge la opción del respeto a la vida y convive con ellos en paz en lugar de asesinarles. Ellos también merecen vivir y, además, ¡son una parte fundamental del equilibrio ecológico del mundo!