Hace un año que un voluntario de El Hogar encontró a Bruc en Barcelona. Estaba en el suelo, tumbado con las patas arriba, sin poder volar… Tenía rota la parte baja de la columna, como consecuencia de haber tenido un accidente, seguramente sufrió una caída o puede que un coche le hubiese dado un golpe.

Las palomas son consideradas plaga en la ciudad, así que Bruc estaba totalmente desprotegido y con pocas posibilidades de sobrevivir sin la ayuda de su rescatador humano. Él no miró hacia otro lado, decidió llevárselo a casa y cuidarlo hasta que mejoró un poco con tratamiento veterinario y pudo traerlo a El Hogar.

Cuando Bruc llegó al santuario podía volar, aunque seguía teniendo molestias en la parte trasera de su columna que le impedían sentarse bien y apoyarse en el suelo. Con el paso de los días vimos que había perdido mucho peso y su salud empeoraba. Además, algo iba mal porque de repente dejó de volar.

Le llevamos al especialista que le trató cuando fue rescatado para que le hicieran pruebas, pero no vio más que la fractura que ya tenía. No obstante, Bruc lleva cuatro meses con distintos tratamientos y medicación, le han hecho un montón de pruebas y el pobre sigue sin mejorar. Sus movimientos son descoordinados, vuela hacia atrás en vez de hacia adelante, no se puede poner de pie apoyando sus patitas, siempre tiene que estar en posición vertical apoyando su espalda en un cojín, no puede comer ni beber solo…

Como en El Hogar no nos damos por vencidas y le prometimos a Bruc luchar por su vida y por su bienestar, decidimos ir a otro especialista veterinario. Tras hacerle una radiografía observó que tiene una luxación cervical que le presiona la médula y le provoca mucho dolor. Es una lesión complicada porque no se puede operar. Bruc no podrá hacer una vida “normal”, será un animal dependiente, pero con determinados tratamientos, una buena nutrición, los cuidados y amor de todas las voluntarias del santuario podrá tener calidad de vida.

Bruc tiene un carácter fuerte y nos regaña cuando le vamos a sondar la comida. Pero como sabe que todo lo que hacemos es por su salud y felicidad, cuando se relaja nos da besos como muestra de cariño para que sigamos luchando.