Los gallos que llegan al santuario provienen de situaciones de explotación.
Ningún animal debería ser utilizado como si fuera un objeto, los animales son seres sintientes con derechos que debemos respetar. Los animales tienen derecho a su vida, a no sufrir, a no ser encerrados ni ser violentados de ninguna manera.
Da igual la especie o el tamaño, todos son habitantes, son queridos y cuidados por igual en el santuario. ¿Quieres saber más sobre los gallos? Amadrina a Cacahuete y déjanos enamorarte con su historia y su día a día.