Cuando Noel llegó a El Hogar Animal Sanctuary, pensábamos que no saldría adelante.

Fue encontrada vagando por el campo, llena de parásitos, débil y herida. Y fue llevada a una perrera.

Desconocemos los motivos por los que apareció en medio de la nada, quizás escapó de un camión que la llevaba junto con más compañeras a un destino fatal; quizás huyó de una granja donde vivía hacinada y explotada, esperando a alcanzar el peso que otros consideran perfecto para acabar con su vida.

Sabemos que las ovejas son unos seres un tanto dependientes, que se sienten seguros estando en grupo, puesto que no tienen grandes “armas” que les permitan defenderse en caso de ser atacadas.

Es fácil entonces pensar el miedo que tuvo que pasar Noel mientras vagaba sola por el campo, sin saber qué peligros le esperaban. Podemos imaginar la angustia que tuvo que sentir al acabar encerrada en una perrera, escuchando los lamentos de los animales que la rodeaban, atrapada en su frío habitáculo. Cada vez más débil, cada vez más cerca de su final.

Sin embargo, el destino es siempre un misterio y en este caso el de Noel no era acabar sus días en aquel horrible lugar. Su destino la ha traído a El Hogar Animal Sanctuary, donde ha luchado por su vida y ha conseguido salir adelante, sabiendo que desde este momento es libre. Ha encontrado un grupo de amigos que le han devuelto la esperanza y la felicidad, que le han dado paz y le han enseñado lo que es el amor.