Soleil, así hemos llamado a esta gatita, fue abandonada estando preñada y se metió en una grieta de la muralla de Tarragona.

Allí tuvo a sus bebés, pero desgraciadamente unos chicos se dedicaron a meter petardos en el agujero matando así a todos sus hijos. Desde entonces Soleil no volvió a salir del agujero.

Gracias a unas buenas mujeres, que se encargan de alimentar a los gatitos de la calle, a Soleil nunca le faltaron agua y comida. Para quitar las heces metían un cartón en la grieta, ¿podéis imaginar cómo vivía Soleil? Plagada de heces, cucarachas, pulgas y demás.

Nos han contado que esta gatita llevaba 15 años sola, 15 años de miedo. A veces la gente bebía cerca y metían en el agujero las botellas de cristal y entonces las alimentadoras las quitaban al ir a darle de comer.

Ahora Soleil se encuentra a salvo en el Santuario. Como veis es puro amor. Bienvenida a casa.