¿Te imaginas lo horrible que es que nada más nacer te separen de tu madre, te apliquen pintura por todo el cuerpo y te pongan a la venta en una caja al sol, toda la mañana? Eso, si no mueres intoxicado o asfixiado por la pintura.

Los pollitos de colores tienen una triste historia que contar.

Ellos son separados de su madre nada más nacer e inmediatamente pintados.

Se emplea para pintarlos una mezcla de colorante vegetal y anilina (tóxica). Para hacer la mezcla se calienta la anilina a 40º y se la mezcla con el colorante del color elegido mientras los pollitos son humedecidos en agua tibia para que no se mueran.

Cuando la anilina está caliente y se ha mezclado con el colorante se les introduce en ella, se les remueve y se les saca rápidamente. Muchos mueren porque la pintura les impide respirar y los que sobreviven no duran muchos días. Al final los dejan en un lugar cálido para que se sequen.

¿Te imaginas lo que se siente cuando alguien te trata así?

Y como si el nivel de cosificación y maltrato no hubiese alcanzado ya el límite, la nueva moda es pegarles una especie de gorra en su cabeza.

Los pollos son unos seres preciosos y maravillosos que tienen una belleza propia irresistible. Aunque el hecho de pintarlos no supusiera un maltrato para ellos, ¿es que no podemos apreciarlos tal y como son que tenemos que pintarlos y adornarlos como si fueran juguetes? ¿Qué clase de lección crees que se les enseña a los niños a quienes se regalan estos pollitos? Los demás animales no son objetos de consumo para mercadear con ellos, ni utilizarlos como juguetes divertidos. Son seres con necesidades propias e intereses individuales cuya vida y dignidad merecen ser respetadas.

Por favor no contribuyas con este negocio inmoral y ayúdanos a que otros también conozcan la realidad que viven estos animales.