[:es]”Mi perro ha atacado a los gatos, si no venís a por él, lo tiro ahora mismo por el balcón” “Me he quedado en paro, voy a tener que dormirlo” “Me marcho del país y no puedo llevarme a mi perro” ” Tiene ya once años, está mayor y no puedo cuidarle” Estos son solo una ínfima parte de los casos que recibimos de forma habitual desde que El Hogar Animal Sanctuary se iniciara, antes de transformarse en el santuario que es hoy, como una humilde protectora. Más de siete años siendo testigos de los más variopintos intentos de abandono, prácticamente a diario.
Hace ya varias décadas, desde el famoso “él no lo haría”, se vienen realizando campañas contra el abandono de animales, que se centran en el acto infame de traicionar a un ser querido y que confía ciegamente en su familia humana, dejándolo en mitad de una carretera, mejor cuantos más kilómetros alejados de casa, no vaya a ser que sepa regresar. España, que ostenta un vergonzoso primer puesto en tasa de abandonos -hasta 150.000 al año-, se producen unos 400 abandonos por día, 400 seres vivos arrojados fuera de su hogar, hacia un futuro incierto, cada día. Probablemente ninguno de nosotros conozca a nadie, que en el transcurso de una conversación, reconozca abiertamente que dejó a su pequeño Toby allá en la nacional 3, en un área de descanso, yendo de camino a la Manga del Mar Menor en sus vacaciones de agosto. Además de constituir delito, la mayoría de la sociedad lo reconocería como una acción mezquina, cruel y psicópata.
Entonces, ¿qué está ocurriendo? Hoy en día el abandono ha tomado otra vertiente, que es la de tratar de relegar la responsabilidad del animal a otras personas, o más concretamente a las protectoras. Dicho de otro modo, deshacerse del perro, gato especie exótica de moda, para que otros lo cuiden. Pero definamos el término abandono. Abandonar es, respecto a personas físicas,” inacción, dolosa o culposa, de las obligaciones de una persona para con otra”, “distanciamiento físico de una persona sobre otra a su cargo, creando desamparo y desprotección de la misma”, “abandono de personas que precisen auxilio, cuando les es negado por quienes tienen la obligación de prestarlo”. Por lo tanto, no importa, lo mucho que le ames y el bienestar que quieras procurarle: si le has adoptado y le quieres arrojar de tu vida, le estarás abandonando.
El vínculo entre un animal y su familia humana es sumamente estrecho, sus corazones desconocen la traición y su vida entera, su salud, su integridad física, su equilibrio emocional y su felicidad, están absolutamente en nuestras manos. Cualquier adopción por tanto, es una gran responsabilidad y debe ser para toda su vida. No debería ser necesario recalcar la importancia crucial de la esterilización -aunque por desgracia, no se han realizado aún campañas potentes por parte del estado para promocionar la castración– pues los celos, los apareamientos no deseados, y la cría indiscriminada o por capricho, están detrás de gran parte de accidentes y abandono animal.
¿Pero cuales son las causas que llevan a alguien a justificar el tratar de desentenderse de un miembro de la familia? Según nuestra experiencia, se dan todo un repertorio de motivos.
* Crisis económica. La vida, ciertamente da muchas vueltas y puede suceder que si ayer éramos más o menos solventes, hoy tengamos serias dificultades para llegar a fin de mes. De hecho, nos está ocurriendo. Familias desahuciadas con hijos buscan refugio, ayudas, remueven cielo y tierra para salir adelante juntos; este es el punto, la familia, no se separa ante la adversidad, no se da la espalda a alguien que te quiere y cuya vida depende de ti, de lo que le des o de lo que le quites.
*Cambio de vivienda. Los que convivimos con animales sabemos que es una tarea difícil vivir de alquiler y trasladarse con ellos, ya que muchos propietarios rechazan la entrada en su inmueble de cualquier tipo de animal. Por suerte, cuando hay demanda, hay oferta, y jamás podemos aceptar que una de las condiciones del arrendamiento implique el abandono de nadie. Debemos luchar por una sociedad que facilite la convivencia en vez de excluir a los miles de perros y gatos que comparten nuestras vidas. Aquí os dejamos algunos consejos para encontrar esa vivienda donde toda la familia pueda seguir junta.
*Espacios pequeños. Algunas personas que se mudan de piso, o que adoptan un perro que crece más de lo esperado, se acogen al falso mito de que “un perro debe estar en una casa con jardín”. Cada animal tiene necesidades físicas diferentes, pero lo que todos tienen en común es el afecto por su familia y la alegría y la paz que sienten en su compañía. Los paseos y los juegos juntos son imprescindibles, no solo para ofrecerles esa dosis de ejercicio que les mantienen equilibrados, también para estrechar lazos y lograr una bonita relación. Ideas para jugar con tu perro y darle estímulos mentales, aquí y aquí
*Desconocimiento de la naturaleza del adoptado. Las modas mascoteras han hecho mucho daño y se han cobrado muchas vidas. El caso de los cerdos vietnamitas, por ejemplo, ha llegado al punto de sobrepasar la capacidad de reacción por parte de todas las asociaciones del país, ya que sus características físicas y psicológicas dificultan la posibilidad de acogerles y la mayoría de ellos acaban siendo sacrificados e incluso servidos como comida. Hay animales que no son aptos para adaptarse a nuestro tipo de vida, es importante informarse ampliamente y valorar si vamos a poder cubrir todas sus necesidades vitales.
*Tiempo o cambio de hábitos. Si tu vida ha dado un giro y no tienes demasiado tiempo para dedicarle, recuerda que existe la figura del paseador de perros así como canguros de animales, que al igual que ocurre con los niños, pueden cuidar de tu familia mientras tu estás trabajando, de viaje o simplemente te apetece salir de fiesta.
*Problemas de comportamiento. Los perros y los humanos hablamos distintos idiomas y la mayoría de los problemas de conducta se producen a consecuencia de malos entendidos. El perro es un animal social y lo que más desea en la vida es ser querido y aceptado por el grupo, por eso, su predisposición a aprender, tenga la edad que tenga, es siempre tan buena. Los servicios de educadores, etólogos o psicólogos caninos, siempre son una excelente apuesta, una inversión a largo plazo y no solo para el perro con el que convives actualmente, pues seguramente comprenderás cosas del mundo canino que repercutirán positivamente en la felicidad de todos los que lleguen a tu vida en el futuro. Y pocas cosas hay más bonitas que conseguir esa complicidad con un perro.
*Edad, y necesidades especiales. Es duro afrontar el declive de un compañero, atravesar enfermedades y sobrellevar su fallecimiento. Cuando adoptas a un animal, cualquiera, aspiramos y deseamos que viva muchos años y que muera siendo anciano, lo que supondrá acompañarle con cariño y generosidad en todas las etapas del camino, como una responsabilidad moral ineludible. No hay mayor cobardía que darle la espalda a un ser querido en el momento más frágil y delicado de su existencia. Si no estás preparado para soportarlo, no adoptes.
*Vacaciones. Al igual que con la situación de los alquileres, es este nuestro país, la presencia de perros está vetada en casi todos los lugares públicos. Si bien son normas que incitan el abandono, en ningún caso lo justifican. Queremos una sociedad que se adapte también a ellos, nuestros compañeros de vida, nuestra familia, por eso, cuando salimos en nuestros momentos de ocio, elegimos lugares “dog-friendly”. Si viajamos juntos, más lugares nos irán abriendo las puertas.
*Alergias imprevistas. Este es si cabe la excusa más utilizada, e incluso médicos sugieren el abandono como prescripción antes de valorar siquiera la posibilidad de un tratamiento que respete la vida del animal y la unión familiar. Las alergias se pueden tratar, a veces se superan y otras veces, siguiendo unas pautas, se pueden minimizar los síntomas hasta el punto de permitir una convivencia sin problemas.
*Embarazos. Son tristemente frecuentes los abandonos por la llegada de un nuevo miembro a la familia, en muchos casos por desconocimiento médico y en otros por miedo e inseguridad. La temida toxoplasmosis es motivo de que muchos gatos acaben en la calle, desahuciados, por un riesgo que ni tan siquiera es realista y que puede evitarse tomando unas sencillas precauciones. La convivencia entre niños y otros animales, es posible y enriquecedora siempre y cuando se sigan unas pautas de respeto mutuo.
Adoptar y convivir con animales de otras especies es un enriquecedor intercambio de experiencias, una aventura vital llena de momentos especiales que atesorar, un ejercicio precioso de aprendizaje mutuo y una oportunidad inigualable de crecer interiormente al tiempo que se salva una vida. Pero lo más importante y lo que jamás debe olvidarse es que es, sobre todo, un compromiso ineludible de responsabilidad para con otro, irrevocable y de por vida. Meditar previamente a tomar una decisión que involucre a otro ser vivo es un paso crucial y que no debe darse irreflexivamente y de forma impulsiva. Su vida entera está en tus manos. Protégela hasta el final del camino.
Noemí Alba, Equipo de Redacción de El Hogar Animal Sanctuary
[:en]”Mi perro ha atacado a los gatos, si no venís a por él, lo tiro ahora mismo por el balcón” “Me he quedado en paro, voy a tener que dormirlo” “Me marcho del país y no puedo llevarme a mi perro” ” Tiene ya once años, está mayor y no puedo cuidarle” Estos son solo una ínfima parte de los casos que recibimos de forma habitual desde que El Hogar Animal Sanctuary se iniciara, antes de transformarse en el santuario que es hoy, como una humilde protectora. Más de siete años siendo testigos de los más variopintos intentos de abandono, prácticamente a diario.
Hace ya varias décadas, desde el famoso “él no lo haría”, se vienen realizando campañas contra el abandono de animales, que se centran en el acto infame de traicionar a un ser querido y que confía ciegamente en su familia humana, dejándolo en mitad de una carretera, mejor cuantos más kilómetros alejados de casa, no vaya a ser que sepa regresar. España, que ostenta un vergonzoso primer puesto en tasa de abandonos -hasta 150.000 al año-, se producen unos 400 abandonos por día, 400 seres vivos arrojados fuera de su hogar, hacia un futuro incierto, cada día. Probablemente ninguno de nosotros conozca a nadie, que en el transcurso de una conversación, reconozca abiertamente que dejó a su pequeño Toby allá en la nacional 3, en un área de descanso, yendo de camino a la Manga del Mar Menor en sus vacaciones de agosto. Además de constituir delito, la mayoría de la sociedad lo reconocería como una acción mezquina, cruel y psicópata.
Entonces, ¿qué está ocurriendo? Hoy en día el abandono ha tomado otra vertiente, que es la de tratar de relegar la responsabilidad del animal a otras personas, o más concretamente a las protectoras. Dicho de otro modo, deshacerse del perro, gato especie exótica de moda, para que otros lo cuiden. Pero definamos el término abandono. Abandonar es, respecto a personas físicas,” inacción, dolosa o culposa, de las obligaciones de una persona para con otra”, “distanciamiento físico de una persona sobre otra a su cargo, creando desamparo y desprotección de la misma”, “abandono de personas que precisen auxilio, cuando les es negado por quienes tienen la obligación de prestarlo”. Por lo tanto, no importa, lo mucho que le ames y el bienestar que quieras procurarle: si le has adoptado y le quieres arrojar de tu vida, le estarás abandonando.
El vínculo entre un animal y su familia humana es sumamente estrecho, sus corazones desconocen la traición y su vida entera, su salud, su integridad física, su equilibrio emocional y su felicidad, están absolutamente en nuestras manos. Cualquier adopción por tanto, es una gran responsabilidad y debe ser para toda su vida. No debería ser necesario recalcar la importancia crucial de la esterilización -aunque por desgracia, no se han realizado aún campañas potentes por parte del estado para promocionar la castración– pues los celos, los apareamientos no deseados, y la cría indiscriminada o por capricho, están detrás de gran parte de accidentes y abandono animal.
¿Pero cuales son las causas que llevan a alguien a justificar el tratar de desentenderse de un miembro de la familia? Según nuestra experiencia, se dan todo un repertorio de motivos.
* Crisis económica. La vida, ciertamente da muchas vueltas y puede suceder que si ayer éramos más o menos solventes, hoy tengamos serias dificultades para llegar a fin de mes. De hecho, nos está ocurriendo. Familias desahuciadas con hijos buscan refugio, ayudas, remueven cielo y tierra para salir adelante juntos; este es el punto, la familia, no se separa ante la adversidad, no se da la espalda a alguien que te quiere y cuya vida depende de ti, de lo que le des o de lo que le quites.
*Cambio de vivienda. Los que convivimos con animales sabemos que es una tarea difícil vivir de alquiler y trasladarse con ellos, ya que muchos propietarios rechazan la entrada en su inmueble de cualquier tipo de animal. Por suerte, cuando hay demanda, hay oferta, y jamás podemos aceptar que una de las condiciones del arrendamiento implique el abandono de nadie. Debemos luchar por una sociedad que facilite la convivencia en vez de excluir a los miles de perros y gatos que comparten nuestras vidas. Aquí os dejamos algunos consejos para encontrar esa vivienda donde toda la familia pueda seguir junta.
*Espacios pequeños. Algunas personas que se mudan de piso, o que adoptan un perro que crece más de lo esperado, se acogen al falso mito de que “un perro debe estar en una casa con jardín”. Cada animal tiene necesidades físicas diferentes, pero lo que todos tienen en común es el afecto por su familia y la alegría y la paz que sienten en su compañía. Los paseos y los juegos juntos son imprescindibles, no solo para ofrecerles esa dosis de ejercicio que les mantienen equilibrados, también para estrechar lazos y lograr una bonita relación. Ideas para jugar con tu perro y darle estímulos mentales, aquí y aquí
*Desconocimiento de la naturaleza del adoptado. Las modas mascoteras han hecho mucho daño y se han cobrado muchas vidas. El caso de los cerdos vietnamitas, por ejemplo, ha llegado al punto de sobrepasar la capacidad de reacción por parte de todas las asociaciones del país, ya que sus características físicas y psicológicas dificultan la posibilidad de acogerles y la mayoría de ellos acaban siendo sacrificados e incluso servidos como comida. Hay animales que no son aptos para adaptarse a nuestro tipo de vida, es importante informarse ampliamente y valorar si vamos a poder cubrir todas sus necesidades vitales.
*Tiempo o cambio de hábitos. Si tu vida ha dado un giro y no tienes demasiado tiempo para dedicarle, recuerda que existe la figura del paseador de perros así como canguros de animales, que al igual que ocurre con los niños, pueden cuidar de tu familia mientras tu estás trabajando, de viaje o simplemente te apetece salir de fiesta.
*Problemas de comportamiento. Los perros y los humanos hablamos distintos idiomas y la mayoría de los problemas de conducta se producen a consecuencia de malos entendidos. El perro es un animal social y lo que más desea en la vida es ser querido y aceptado por el grupo, por eso, su predisposición a aprender, tenga la edad que tenga, es siempre tan buena. Los servicios de educadores, etólogos o psicólogos caninos, siempre son una excelente apuesta, una inversión a largo plazo y no solo para el perro con el que convives actualmente, pues seguramente comprenderás cosas del mundo canino que repercutirán positivamente en la felicidad de todos los que lleguen a tu vida en el futuro. Y pocas cosas hay más bonitas que conseguir esa complicidad con un perro.
*Edad, y necesidades especiales. Es duro afrontar el declive de un compañero, atravesar enfermedades y sobrellevar su fallecimiento. Cuando adoptas a un animal, cualquiera, aspiramos y deseamos que viva muchos años y que muera siendo anciano, lo que supondrá acompañarle con cariño y generosidad en todas las etapas del camino, como una responsabilidad moral ineludible. No hay mayor cobardía que darle la espalda a un ser querido en el momento más frágil y delicado de su existencia. Si no estás preparado para soportarlo, no adoptes.
*Vacaciones. Al igual que con la situación de los alquileres, es este nuestro país, la presencia de perros está vetada en casi todos los lugares públicos. Si bien son normas que incitan el abandono, en ningún caso lo justifican. Queremos una sociedad que se adapte también a ellos, nuestros compañeros de vida, nuestra familia, por eso, cuando salimos en nuestros momentos de ocio, elegimos lugares “dog-friendly”. Si viajamos juntos, más lugares nos irán abriendo las puertas.
*Alergias imprevistas. Este es si cabe la excusa más utilizada, e incluso médicos sugieren el abandono como prescripción antes de valorar siquiera la posibilidad de un tratamiento que respete la vida del animal y la unión familiar. Las alergias se pueden tratar, a veces se superan y otras veces, siguiendo unas pautas, se pueden minimizar los síntomas hasta el punto de permitir una convivencia sin problemas.
*Embarazos. Son tristemente frecuentes los abandonos por la llegada de un nuevo miembro a la familia, en muchos casos por desconocimiento médico y en otros por miedo e inseguridad. La temida toxoplasmosis es motivo de que muchos gatos acaben en la calle, desahuciados, por un riesgo que ni tan siquiera es realista y que puede evitarse tomando unas sencillas precauciones. La convivencia entre niños y otros animales, es posible y enriquecedora siempre y cuando se sigan unas pautas de respeto mutuo.
Adoptar y convivir con animales de otras especies es un enriquecedor intercambio de experiencias, una aventura vital llena de momentos especiales que atesorar, un ejercicio precioso de aprendizaje mutuo y una oportunidad inigualable de crecer interiormente al tiempo que se salva una vida. Pero lo más importante y lo que jamás debe olvidarse es que es, sobre todo, un compromiso ineludible de responsabilidad para con otro, irrevocable y de por vida. Meditar previamente a tomar una decisión que involucre a otro ser vivo es un paso crucial y que no debe darse irreflexivamente y de forma impulsiva. Su vida entera está en tus manos. Protégela hasta el final del camino.
Noemí Alba, Equipo de Redacción de El Hogar Animal Sanctuary
[:de]”Mi perro ha atacado a los gatos, si no venís a por él, lo tiro ahora mismo por el balcón” “Me he quedado en paro, voy a tener que dormirlo” “Me marcho del país y no puedo llevarme a mi perro” ” Tiene ya once años, está mayor y no puedo cuidarle” Estos son solo una ínfima parte de los casos que recibimos de forma habitual desde que El Hogar Animal Sanctuary se iniciara, antes de transformarse en el santuario que es hoy, como una humilde protectora. Más de siete años siendo testigos de los más variopintos intentos de abandono, prácticamente a diario.
Hace ya varias décadas, desde el famoso “él no lo haría”, se vienen realizando campañas contra el abandono de animales, que se centran en el acto infame de traicionar a un ser querido y que confía ciegamente en su familia humana, dejándolo en mitad de una carretera, mejor cuantos más kilómetros alejados de casa, no vaya a ser que sepa regresar. España, que ostenta un vergonzoso primer puesto en tasa de abandonos -hasta 150.000 al año-, se producen unos 400 abandonos por día, 400 seres vivos arrojados fuera de su hogar, hacia un futuro incierto, cada día. Probablemente ninguno de nosotros conozca a nadie, que en el transcurso de una conversación, reconozca abiertamente que dejó a su pequeño Toby allá en la nacional 3, en un área de descanso, yendo de camino a la Manga del Mar Menor en sus vacaciones de agosto. Además de constituir delito, la mayoría de la sociedad lo reconocería como una acción mezquina, cruel y psicópata.
Entonces, ¿qué está ocurriendo? Hoy en día el abandono ha tomado otra vertiente, que es la de tratar de relegar la responsabilidad del animal a otras personas, o más concretamente a las protectoras. Dicho de otro modo, deshacerse del perro, gato especie exótica de moda, para que otros lo cuiden. Pero definamos el término abandono. Abandonar es, respecto a personas físicas,” inacción, dolosa o culposa, de las obligaciones de una persona para con otra”, “distanciamiento físico de una persona sobre otra a su cargo, creando desamparo y desprotección de la misma”, “abandono de personas que precisen auxilio, cuando les es negado por quienes tienen la obligación de prestarlo”. Por lo tanto, no importa, lo mucho que le ames y el bienestar que quieras procurarle: si le has adoptado y le quieres arrojar de tu vida, le estarás abandonando.
El vínculo entre un animal y su familia humana es sumamente estrecho, sus corazones desconocen la traición y su vida entera, su salud, su integridad física, su equilibrio emocional y su felicidad, están absolutamente en nuestras manos. Cualquier adopción por tanto, es una gran responsabilidad y debe ser para toda su vida. No debería ser necesario recalcar la importancia crucial de la esterilización -aunque por desgracia, no se han realizado aún campañas potentes por parte del estado para promocionar la castración– pues los celos, los apareamientos no deseados, y la cría indiscriminada o por capricho, están detrás de gran parte de accidentes y abandono animal.
¿Pero cuales son las causas que llevan a alguien a justificar el tratar de desentenderse de un miembro de la familia? Según nuestra experiencia, se dan todo un repertorio de motivos.
* Crisis económica. La vida, ciertamente da muchas vueltas y puede suceder que si ayer éramos más o menos solventes, hoy tengamos serias dificultades para llegar a fin de mes. De hecho, nos está ocurriendo. Familias desahuciadas con hijos buscan refugio, ayudas, remueven cielo y tierra para salir adelante juntos; este es el punto, la familia, no se separa ante la adversidad, no se da la espalda a alguien que te quiere y cuya vida depende de ti, de lo que le des o de lo que le quites.
*Cambio de vivienda. Los que convivimos con animales sabemos que es una tarea difícil vivir de alquiler y trasladarse con ellos, ya que muchos propietarios rechazan la entrada en su inmueble de cualquier tipo de animal. Por suerte, cuando hay demanda, hay oferta, y jamás podemos aceptar que una de las condiciones del arrendamiento implique el abandono de nadie. Debemos luchar por una sociedad que facilite la convivencia en vez de excluir a los miles de perros y gatos que comparten nuestras vidas. Aquí os dejamos algunos consejos para encontrar esa vivienda donde toda la familia pueda seguir junta.
*Espacios pequeños. Algunas personas que se mudan de piso, o que adoptan un perro que crece más de lo esperado, se acogen al falso mito de que “un perro debe estar en una casa con jardín”. Cada animal tiene necesidades físicas diferentes, pero lo que todos tienen en común es el afecto por su familia y la alegría y la paz que sienten en su compañía. Los paseos y los juegos juntos son imprescindibles, no solo para ofrecerles esa dosis de ejercicio que les mantienen equilibrados, también para estrechar lazos y lograr una bonita relación. Ideas para jugar con tu perro y darle estímulos mentales, aquí y aquí
*Desconocimiento de la naturaleza del adoptado. Las modas mascoteras han hecho mucho daño y se han cobrado muchas vidas. El caso de los cerdos vietnamitas, por ejemplo, ha llegado al punto de sobrepasar la capacidad de reacción por parte de todas las asociaciones del país, ya que sus características físicas y psicológicas dificultan la posibilidad de acogerles y la mayoría de ellos acaban siendo sacrificados e incluso servidos como comida. Hay animales que no son aptos para adaptarse a nuestro tipo de vida, es importante informarse ampliamente y valorar si vamos a poder cubrir todas sus necesidades vitales.
*Tiempo o cambio de hábitos. Si tu vida ha dado un giro y no tienes demasiado tiempo para dedicarle, recuerda que existe la figura del paseador de perros así como canguros de animales, que al igual que ocurre con los niños, pueden cuidar de tu familia mientras tu estás trabajando, de viaje o simplemente te apetece salir de fiesta.
*Problemas de comportamiento. Los perros y los humanos hablamos distintos idiomas y la mayoría de los problemas de conducta se producen a consecuencia de malos entendidos. El perro es un animal social y lo que más desea en la vida es ser querido y aceptado por el grupo, por eso, su predisposición a aprender, tenga la edad que tenga, es siempre tan buena. Los servicios de educadores, etólogos o psicólogos caninos, siempre son una excelente apuesta, una inversión a largo plazo y no solo para el perro con el que convives actualmente, pues seguramente comprenderás cosas del mundo canino que repercutirán positivamente en la felicidad de todos los que lleguen a tu vida en el futuro. Y pocas cosas hay más bonitas que conseguir esa complicidad con un perro.
*Edad, y necesidades especiales. Es duro afrontar el declive de un compañero, atravesar enfermedades y sobrellevar su fallecimiento. Cuando adoptas a un animal, cualquiera, aspiramos y deseamos que viva muchos años y que muera siendo anciano, lo que supondrá acompañarle con cariño y generosidad en todas las etapas del camino, como una responsabilidad moral ineludible. No hay mayor cobardía que darle la espalda a un ser querido en el momento más frágil y delicado de su existencia. Si no estás preparado para soportarlo, no adoptes.
*Vacaciones. Al igual que con la situación de los alquileres, es este nuestro país, la presencia de perros está vetada en casi todos los lugares públicos. Si bien son normas que incitan el abandono, en ningún caso lo justifican. Queremos una sociedad que se adapte también a ellos, nuestros compañeros de vida, nuestra familia, por eso, cuando salimos en nuestros momentos de ocio, elegimos lugares “dog-friendly”. Si viajamos juntos, más lugares nos irán abriendo las puertas.
*Alergias imprevistas. Este es si cabe la excusa más utilizada, e incluso médicos sugieren el abandono como prescripción antes de valorar siquiera la posibilidad de un tratamiento que respete la vida del animal y la unión familiar. Las alergias se pueden tratar, a veces se superan y otras veces, siguiendo unas pautas, se pueden minimizar los síntomas hasta el punto de permitir una convivencia sin problemas.
*Embarazos. Son tristemente frecuentes los abandonos por la llegada de un nuevo miembro a la familia, en muchos casos por desconocimiento médico y en otros por miedo e inseguridad. La temida toxoplasmosis es motivo de que muchos gatos acaben en la calle, desahuciados, por un riesgo que ni tan siquiera es realista y que puede evitarse tomando unas sencillas precauciones. La convivencia entre niños y otros animales, es posible y enriquecedora siempre y cuando se sigan unas pautas de respeto mutuo.
Adoptar y convivir con animales de otras especies es un enriquecedor intercambio de experiencias, una aventura vital llena de momentos especiales que atesorar, un ejercicio precioso de aprendizaje mutuo y una oportunidad inigualable de crecer interiormente al tiempo que se salva una vida. Pero lo más importante y lo que jamás debe olvidarse es que es, sobre todo, un compromiso ineludible de responsabilidad para con otro, irrevocable y de por vida. Meditar previamente a tomar una decisión que involucre a otro ser vivo es un paso crucial y que no debe darse irreflexivamente y de forma impulsiva. Su vida entera está en tus manos. Protégela hasta el final del camino.
Noemí Alba, Equipo de Redacción de El Hogar Animal Sanctuary
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