Pasión. Todavía queda mucha gente que confunde esta hermosa palabra y la atribuye a actos tan horribles como los que cometieron en el pasado con nuestro nuevo habitante y que se siguen cometiendo cada día en todo el mundo.
Las palomas son una de las especies de animales que generan menos empatía en los humanos en la actualidad. Incluso una de las especies más odiadas y despreciadas.
Hace unos pocos años podíamos ver a las personas comprándoles alimento en un sitio tan emblemático como la plaza Catalunya de Barcelona, pero ahora eso ya es un lejano recuerdo.
Sin embargo, son seres hermosos que, como todos nosotros, tan sólo quieren vivir sus vidas felices y en libertad. Es el caso de Pasión. Este hermoso palomo ha sufrido el horror de la “tradición” de la Pica. Los llaman palomos “de competición”, “deportivos”, “de raza”…cuando ellos tan sólo son individuos de los que se abusa sin ninguna piedad.
En España se calcula que hay cerca de 3.000.000 de palomos deportivos.
Estos palomos vivirán toda su vida en pequeñas jaulas y completamente solos, aun siendo las palomas animales muy familiares y sociales, para ser utilizados en torneos. En estos torneos de aficionados a la colombicultura, de los cuales hay de forma oficial 23.000 “deportistas federados”, pero se calcula que en realidad hay más de 50.000, ya que muchos de ellos no están registrados.
A estos palomos los capturan, los encierran y los adiestran, dándoles hormonas para que aumente su excitación, de manera que en el momento de soltarles tan sólo les importe una cosa: acosar a la paloma que esos humanos habrán elegido para su cruel diversión.
Tanto es así, que estos animales se olvidan de sus propios instintos de supervivencia más básicos, posándose en cualquier lugar por peligroso que sea (una carretera, un cercado con perros o zorros…).
Evidentemente, muchos de estos palomos acaban muriendo en su desesperado intento de conseguir a la única hembra para decenas de machos desesperados.
Respecto a la hembra, rara es la ocasión en que no muera, ya que es acosada durante dos horas y media por los palomos, cuya forma de cortejo y apareamiento es a base de picotazos, que en estas competiciones provienen de 30, 40, 50 machos o más y que, a causa del encierro y las hormonas, son brutales.
Existe incluso una cláusula en la normativa de este “deporte” que recoge y prevé la muerte de la hembra antes de que termine la pica, especificando diversos supuestos y sus respectivas normas de sustitución de la paloma.
Por si todo esto fuera poca crueldad, mucha es la gente que habla de estos palomos como animales agresivos y violentos.
Evidentemente, esto es fruto del encierro y las hormonas que les dan, ya que cuando estos animales tienen la suerte de escapar de esa vida y ser libres de nuevo, son seres dulces y cariñosos, amables y tranquilos.
Así es nuestro Pasión: un palomo precioso, dulce, cariñoso y tranquilo que ha conseguido salir de ese horror y del que ya sólo le queda el horrible color que le impusieron para distinguirlo entre la bandada en la que lo soltaban.
Debemos difundir la verdad. Debemos dar a conocer la verdadera personalidad de los animales, que tan a menudo las industrias y colectivos que abusan de ellos distorsionan para poder seguir lucrándose a su costa sin que la gente se sienta culpable por consumir su sufrimiento, ya sea en forma de pieles, comida o, como en este caso, ocio.
Debemos dar a conocer su realidad y cambiar el mundo para hacer de él un lugar más justo para todos.
Alicia López, redactora para El Hogar Animal Sanctuary
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