¡Estos gatos adultos que viven en nuestro loft del Santuario, son un rollazo. Solo me bufan y me regañan para que sea de una vez un gato formal, me dicen. ¡¡Bufff!! ¡¡Yo necesito marcha!!. Me mola mucho cuando mi compañera Margarita pone esa carita de indignación, porque cuando está comiendo agachada, voy con sigilo y la meto una colleja. La dan ganas de salir con una zapatilla en la mano… Digo, en su zarpa…, para regañarme, pero la indignación hace que quede congelada y atónita, juajuajua!!!

También me mola, la cara y lo bruta que es Inés. Me pega zarpazos con todas sus fuerzas cada vez que usurpo su sitio más alto en el trepador.

Jejejeje!!! A mi me gustaría enredar más y hacer  rabiar, armar desaguisados, coleccionar trastadas… Pero, son muy poco enrolladas estas dos señoritas gatunas. Muy monas, muy felinas, muy ágiles…, pero muy serias ¡ jopé!.

Y así han ido pasando los días de mi vida… Bien, contento y satisfecho, pero un poco aburrido de jugar solo y………..

¡¡ De repente un borrón blanco atravesando la casa muy rápido!! ¿Qué era eso?… ¿Un avión?, ¿Helicóptero?, ¿una nube gorda? ¿un algodón?, ¿una burbuja de champú?…..

¡¡ Pues, nada de eso!!. Era un gato realmente. Un jovenzuelo como yo. Un autentico pimpollo blanco descarado y algo chulito. Pero estuve observándole detenidamente y pensé: ¡¡qué pasada!! Pero si es humorista!!… jajajajaja. Como yo….

Sabía hacer las mismas bromas pesadas a los demás que yo. Y era un payasete integral…. ¡¡ Justo como yo!!

Así que fui a presentarme y  a enseñarle los trucos más impactantes, las piruetas más alucinantes y a preguntarle si quería echar conmigo una partida en mi consola de Gatin Street Fighter II y comer unas chuches de malta muy ricas que nos trajo un voluntario, que es más majo que to.

Desde que llegó George, nos hemos hecho inseparables. Es mi amigo del alma para dormir, para hacer el gamberro y sembrar el pánico entre las “gatidamas”, cuando las asustamos levantándolas las enagüas.

Yo me alegro mucho de que George haya venido a vivir con nosotros. Mi vida ha dado un giro radical, porque es un tipo cariñoso, guapo, sensible, divertido, muy buen amigo… ¡George, colega! porque soy un gato como tu, pero te aseguro que si fuera humano, te adoptaría enseguida sin duda.

Gracias por tu amistad.

Por Tresa

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