Hace algunos años El Hogar se constituyó como el primer santuario multiespecie del estado. Fruto de la convivencia diaria con los animales rescatados, surgieron fuertes lazos afectivos con cada uno de ellos y fue aumentando nuestro conocimiento acerca de las particularidades y necesidades diferenciales de cada individuo y especie.

Se planteó, así, desde el inicio, la necesidad de mantener una actitud coherente con los principios éticos de justicia e igualdad inherentes al proyecto que coordinamos.

Yo, personalmente, hice mío el concepto de “santuario de animales” y siempre lo he considerado un estandarte que portar con orgullo, pero, sobre todo, con grandes dosis de responsabilidad. Para desarrollar un trabajo a la altura de tan importante misión, que se hace también extensiva al resto de compañeros que hemos ido formando parte de El Hogar, nos comprometimos a mantener una actitud de contínua evolución y apertura a cualquier cambio que redunde en beneficio de los animales. Para nosotros, un santuario de animales ha de ser un ejemplo de vida, un lugar donde todos seamos iguales y donde ningún animal sea explotado, una tierra donde la justicia no entienda de especie, donde la vida de cualquier individuo, desde una pequeña gallina a un humano, tenga el mismo valor.

Y es en base a este pensamiento, que aquí se han tomado decisiones tan importantes como alimentarnos todos de una forma vegana, es decir, prescindiendo de productos de origen animal, cuyo consumo supone colaborar en la explotación de individuos de otras especies. Aunque alimentar a ciertos animales de forma vegana pueda resultar chocante o controvertido para algunos, en El Hogar consideramos que, si esto es posible en el caso de los humanos, también ha de serlo para el resto de animales, aunque se requiera un esfuerzo adicional en la búsqueda de fórmulas completas y equilibradas que permitan desarrollar la dieta idónea para cada especie.

Porque entendemos que las decisiones que tomamos sobre la vida de los habitantes del santuario han de ser responsables y no tener repercusiones negativas sobre su salud física o emocional, nos esforzamos cada día en continuar investigando para darles la mejor alimentación, la más completa, sana y sabrosa, garantizando el aporte de todos los nutrientes necesarios.

Sorprendentemente, lo primero que aprendimos fue que este tipo de dieta, al igual que ocurre en humanos, resulta también más saludable para el resto de animales, siempre y cuando esté, como ya se ha mencionado y ahora recalco, correctamente equilibrada.

Descubrimos que los requerimientos nutricionales de perros y gatos pueden ser perfectamente satisfechos sin productos de origen animal. Aminoácidos esenciales, ácidos grasos, hidratos de carbono, vitaminas y minerales son aportados en su totalidad por una dieta vegana.

Como seguro sabréis, el contenido cárnico de los productos alimenticios convencionales preparados para animales denominados “de compañía” se compone principalmente de  desperdicios o material descartado en los mataderos (carne designada con el término inglés “4-D meat”, que incluiría carne de animales muertos, agonizantes, enfermos o discapacitados). Realizando rescates de gallinas en mataderos, yo misma he podido corroborar este dato, pues los propios operarios nos reconocieron que las patas, plumas y otros desperdicios que barrían del suelo al terminar la matanza, eran cargados en un camión y destinados a la elaboración de piensos compuestos para perros y gatos.

No es difícil imaginar, por tanto, la cantidad de toxinas, bacterias, virus, protozoos y demás elementos insalubres que ingerirán los destinatarios de dichos piensos.

Algunos tal vez argumentaréis que esto sólo ocurre en la gama de piensos más baja y económica, pero en cualquier caso, hoy en día todos estamos ya al tanto del nada desdeñable contenido en sustancias químicas, como hormonas y antibióticos, que presenta la carne, sea cual sea su precio y su supuesta calidad.

Puesto que yo misma no quisiera ingerir estas sustancias dañinas para la salud, ¿por qué iba a querer suministrárselas al resto de animales que son parte de mi familia?

No es complicado encontrar estudios científicos que demuestran que el mantenimiento a largo plazo de gatos y perros en dietas comerciales basadas en carne, constituye un factor de riesgo en el desarrollo de enfermedades renales, hepáticas, cardiacas, neurológicas, degenerativas como el cáncer y un largo etc. de patologías asociadas a la alimentación.

Falsos mitos hablan de la falta de equilibrio en una dieta vegana aplicada a ciertos animales, pero en la actualidad disponemos de todos los conocimientos y medios técnicos precisos para elaborar alimentos veganos capaces de cubrir con garantías todas las necesidades nutricionales de perros y gatos. Así, ciertos nutrientes específicos necesarios y no presentes en productos de origen vegetal, como es el caso de la taurina, son fácilmente suplementados de forma sintética.

Es más, incluso me atrevo a afirmar que, además de ser respetuosa con el resto de animales, la dieta vegana resulta más sana para aquellos que la consumen porque los alimentos de origen vegetal no presentan los potenciales efectos nocivos que sí comporta la ingesta de productos animales y, además, suelen contener fitoquímicos, que cuentan con efectos beneficiosos para la salud y juegan un rol activo en la lucha contra diferentes tipos de enfermedades, promoviendo la función del sistema inmune, actuando directamente contra bacterias o virus, reduciendo la inflamación o contribuyendo en el tratamiento y/o prevención del cáncer, entre otros muchos ejemplos.

En este esfuerzo constante por ofrecer a todos los habitantes del santuario una dieta equilibrada y saludable, hemos hecho descubrimientos aplicables también a nosotros, los humanos de El Hogar, también veganos, y hemos llegado a la conclusión de que alimentarse sin productos de origen animal no es complicado en ningún caso. Sólo hemos de conocer las necesidades nutricionales de cada especie y para satisfacerlas óptimamente podemos apoyarnos en el consumo de alimentos crudos y biológicos que nos afectan positivamente a todos por igual.

Pero en el santuario El Hogar, no sólo nos preocupamos por la salud física de los animales, sino también por su salud psíquica y emocional, pues nuestro objetivo en su bienestar integral y su felicidad. Por ello, procuramos ofrecerles una alimentación sabrosa y variada, que no se limite a los preparados comerciales de pienso seco y latas veganas, pues si a nosotros nos agrada la variedad culinaria y dedicamos cada día un tiempo para cocinar distintos platos, ¿por qué no hacer lo mismo para el resto de animales que aquí habitan? Así, a menudo les deleitamos con comidas de elaboración casera para que disfruten de nuevos olores, sabores y texturas. Además, queridos amigos, es un placer increíble verles devorar felices la comida que con tanto cariño les hemos cocinado… Mirándoles comer, pienso: si no hubiéramos tomado esta decisión, ¿cómo podría yo justificar que su comida contuviera pedazos de carne de un cerdito como Amadeo? Si ellos le han visto crecer, juegan con él, duermen juntos y forman parte de una misma familia… ¿O cómo podría sonreir a Libre mientras realizo sus curas diarias sabiendo que después he de ir a comprar comida para perros elaborada con bebés triturados de raza broiller como él?

Cierto es que la dieta vegana para animales, no es la única dieta disponible, pero es, indudablemente, la menos violenta y la más sana si se hace de una forma responsable.

Por eso, queridos amigos, os invito a consultarnos vuestras dudas. Será un placer compartir con vosotros lo que hayamos podido aprender en estos años.

Estamos aquí para ayudaros.

Un abrazo vegano desde El Hogar, animal sanctuary.