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Ayer arrancó una campaña que trae a nuestras ciudades un nuevo autobús de la vergüenza. Esta vez se trata del “Pork Lovers Tour”, una iniciativa itinerante para promocionar el consumo de productos porcinos. El vehículo, es un gran autobús pintado de rosa en alusión al color de piel de estos animales. El logo representa el hocico de un cerdo al que se le ha dado forma de corazón y el eslogan que muestra reza: “become a pork lover” (algo así como hazte amante del cerdo). No damos crédito aún a semejante tergiversación del mensaje, a pesar de que suele ser lo habitual en las cuestiones de explotación y abuso animal. La publicidad, puede ser más o menos ética, aunque no es un valor que se promueva demasiado cuando se trata de vender un producto. Por lo general se recurre a la manipulación psicológica de la audiencia, a argumentos falaces y a chantajes emocionales. Pero hablar de amor al cerdo para referirse a millones de cerdos maltratados y asesinados cada año en España, resulta francamente enfermizo.
El vehículo trata de acercar al ciudadano información tendenciosa e interesada sobre los beneficios de comer carne de cerdo. Porque a la industria ganadera le preocupa la salud del ciudadano, claro que sí (ironía). No van a mencionar las sustancias cancerosas como las nitrosaminas, comunes en este tipo de carne, ni del aumento del riesgo de cirrosis, ni de enfermedades coronarias, ni de la toxoplasmosis o de los virus y bacterias que fácilmente contaminan al consumidor. Y mucho menos van a hablar de lechones aplastados, de hacinamiento brutal y canibalismo, de la castración sin anestesia o del proceso de matanza. Por fortuna, Igualdad Animal ha difundido un excelente trabajo sobre la realidad de las granjas de cerdos, disponible para todo aquel que quiera consultarlo.
La idea de este road show, ha sido desarrollada por Interporc, una asociación que trabaja para velar por los intereses del sector ganadero porcino español. ¿Un proyecto desesperado porque han bajado las ventas? Probablemente no. Lo que hace temblar a los explotadores, se encuentra al otro lado del mundo: China. El gigante asiático está aumentando rápidamente las importaciones de productos derivados del cerdo y esto repercute en los precios, en la producción y en la cotización en España y en la UE.
Y mientras las grandes potencias y corporaciones mueven sus fichas, miles de animales agonizan y mueren en granjas y mataderos. No entres en este juego macabro y no te dejes engañar. Lee, observa, contrasta, infórmate. La verdad, solo es una y está en la mirada de cada cerdo que no quiere morir.
Foto: Traslosmuros.com[:]