A todas las mamás que nos seguís (de hijos humanos o no humanos), queremos desearos un feliz día, que disfrutéis junto a los vuestros y que sonriáis mucho.
Nosotros seguro que lo haremos hoy, como tantos otros días, observando a las madrazas del santu: Lucille, Rapun y Mariví.
Sin embargo, no podemos evitar pensar en todas las madres del mundo que sufren por sus hijos, cualquiera que sea su especie o su raza.
Deseamos que llegue el día en que todas las madres puedan criar a sus hijos en paz.
Nuestro mejor regalo: seguir luchando.