Cuando la encontraron, Kaos estaba perdida cerca del borde de la carretera que se dirige desde Zaragoza a Tarragona.

Era tan pequeña, estaba tan sola y asustada que, una persona, de esas que no pasan indiferentes ante estas situaciones, se acercó a ella para ver si tenía algún tipo de identificación, pero no la llevaba ninguna.

Al acercarse, nuestra cabrita retrocedió un poco pero enseguida se le acercó y empezó a seguirla mientras llamaba por teléfono para ver qué debía hacer con ella.

Se quedaron juntas un rato e intentó darle le dio de beber el agua que llevaba en su mochila y algo de comer. Kaos olió un poco pero no aceptó la invitación. Sin embargo, no hizo falta mucho más para que se dejara coger.

La persona que la encontró conocía sobre nuestra labor y cuidó de la pequeña Kaos mientras preparábamos todo lo necesario para poder acogerla en El Hogar.

Y ese día llegó y hoy Kaos nos tiene locas de amor. Es una beba intrépida y atrevida. Es muy sociable y ¡no se queda quieta ni un segundo!

¡Bienvenida Kaos a tu nueva vida!