Ninabel es una pequeña cabra que fue encontrada por un regidor de un municipio de la comarca de Osona. Quien la había abandonado le había dejado las patitas delanteras atadas para que no pudiera caminar. Esta es una práctica común entre algunos ganaderos que, para ahorrarse el vallado, dejan a los animales destinados a ser comida inmovilizados para que puedan alimentarse y engordar comiendo de la hierba que los rodea, pero que no puedan huir, sociabilizar con otros animales o, incluso, escapar de depredadores. En el caso de esta bebé, podría haber sido cogida por un perro de caza, un zorro o un humano con pocos sentimientos.

Sin embargo, Ninabel, fue encontrada por un humano sensible que, al verla, avisó al ayuntamiento en el que trabaja y, compadeciéndose de ella, decidió llevársela. Como no le encontraron identificación alguna, gracias a la colaboración de una protectora de perros y gatos de la zona, con la que ya hemos trabajado a la par para rescatar a Ahimsa, llamaron a El Hogar, sabiendo que el santuario se trasladaría allí próximamente.

Entre todos, junto con un compañero activista que se llama Ernest y con Rosa, una colaboradora de la protectora ADRO (Associació de Rescat d’Animals d’Osona), conseguimos tenerla en un lugar óptimo dándole todos los cuidados que la pequeña necesitaba, mientras Ganadería le hiciera las pruebas necesarias para permitir su traslado.

Una vez más, el trabajo conjunto de algunas instituciones con El Hogar, ha conseguido salvar a un animal que no solo no tenía un futuro, sino que tenía un final muy triste.

Ahora nos toca a todos nosotros protegerla el resto de su larga, larga vida.