Nuevo rescate: Can (Puede)

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Can (Puede)

Un viejito de 23 años con artrosis, problemas en los dientes que hay que solucionar, delgadito y sobre todo, con una mirada triste que nos ha conmovido a todos.

Can debe su nombre a esta nueva etapa en su vida, la etapa en la que podrá correr cuando quiera. Podrá jugar con otros animales sin barreras que les separen.

Será cepillado cada día y será acariciado. Será susurrado pero nunca, nunca, será montado.
Can es un nuevo habitante de El Hogar Animal Sanctuary, el santuario de Marça donde todos los animales son respetados y tratados de una forma individual.

Aquí los ancianos dejarán a un lado la melancolía, pues tienen por delante las mejores experiencias que disfrutar de su vida.

¿Su historia?

Como la de tantos animales, él ha sido criado y vendido, utilizado y luego desechado. Usado como una herramienta para beneficiar a los humanos.

Can fue “preparado” para servir en terapias para humanos y él junto a otros caballos ,vivían encerrados en su parque hasta la hora de las sesiones, entonces les sacaban y hacían el trabajo que les habían enseñado.

Según nos contaron, Can ayudó a mucha gente, su mirada, su dulzura, su forma de tratar a los demás le hacían especial entre los demás.

Pero en el transcurso de los años, cuando ya el tiempo le ha atrapado y le ha transformado en un viejecito, cuando la artrosis le ha dejado sus rodillas doloridas y no quería participar en las terapias, ¿han respetado esa vejez?¿Le han ayudado a él? Suponemos que no, pues en el santuario recibimos una llamada de la persona que les cuidaba, para que le diéramos un Hogar, una última oportunidad para que no le sacrificaran como habían hecho otras veces o otros compañeros de Can en el centro donde “trabajaba”. (Más sobre terapias con animales AQUÍ)

¿Cómo es Can?

Sólo con verle, pese a su gran porte, te invaden unas ganas de acariciarle, de hablarle, de explicarle en susurros que va a vivir muy bien, que no se preocupe, que sea feliz…quizás sea por la tristeza de su mirada.
Quizás eche de menos algún compañero, nunca lo podremos saber, porque como ocurre con todos los animales a veces sus sentimientos o afinidades no son tenidos en cuenta. Y es que los humanos que compran/venden a otras personas de especies distintas, no suelen pensar en sus necesidades afectivas o sus lazos de amistad, no son capaces de imaginar que los “otros animales” también se rompen por dentro y a veces de pura tristeza desconectan o caen en depresión.

Por desgracia, en esta sociedad, sólo los humanos tenemos el derecho a ser respetados física y psicológicamente, como si el resto de animales no tuvieran romances, amistades especiales, miedos o sueños…

¿Cómo podemos ayudarle?

Si quieres ayudarnos para poder darle la mejor de las comidas, apadrina a Can y juntas le colmaremos de caprichos y sobre todo, podremos atender esas dolencias de abuelete que requieren gastos veterinarios constantes como condroprotectores, antiinflamatorios, visitas del veterinario, etc.

Apadrina:  amigos@elhogarprovegan.org
Ayuda con sus gastos veterinarios a través de Teaming por sólo 1€ al mes:  https://www.teaming.net/gastosveterinariosdeelhogarprovegan