No tengo que explicaros mucho a todas aquellas personas que nos conocéis, que sabéis de las aventuras y desventuras de EHL.
Como veis, Raspita es igualita a Julieta, (la niña de todos), la perrita perdida hace 2 meses que nos tiene tan tristes porque a pesar del despliegue tan grande de búsqueda, no la encontramos.
En esta búsqueda, han aparecido perros/as por todas partes, tantos vagabundos hay y tanta gente buena y solidaria que hemos recibido multitud de avisos de todas las partes de Madrid y más allá.
Una de estas llamadas, nos sobrecogió y nos alteró de tal manera que no pudimos rechazar su entrada al Santuario, a pesar que ya no podemos recoger más perros, hasta que no salgan otros adoptados, a pesar de que prometimos bajar el numero de individuos canes en pos de otros animalitos de otras razas más olvidadas por otras asociaciones.
Todo en contra pero Raspita entro, ahora veréis porque fue imposible decir: NO.
Una persona que no nos conocía se solidarizo con nuestro dolor y nuestra búsqueda de Julieta, y se puso a colaborar como tantas otras pegando carteles y difundiendo el caso.
Llegó la hora de irse de veraneo con la familia y cuando viajaba con su marido en tren, camino a ese merecido descanso, vio correr por la carretera a Julieta!!! Por la de Valencia!
¡¡¡Exhausta, en muy mal estado, asustada!!!!
Sin pensarlo dos veces dejaron escapar su tren y corrieron a por la pequeña Julieta, exultantes pensando la sorpresa que nos iban a dar.
Después de unas carreras lograron cogerla. La perrita movía el rabito cuando oía su nombre y mi corazón se paralizó cuando nos llamaron desde un coche que habían alquilado para poder volverse a Madrid y posponer su retiro para traernos a nuestra hijita perdida.
TENEMOS A JULIETA
Imaginaros mis lagrimas, salí de un curso que estaba dando y comencé a hacerles preguntas. Estaban tan seguros que era ella y yo tan entusiasmada que les dije el camino al Santuario. Mientras me mandarían una foto para confirmar que era nuestra niña.
Se quedaron sin batería y pararon a comprar un cargador.
Y mandaron la foto, una y otra vez, pero no me llegaba y las que estábamos al tanto del tema no podíamos concentrarnos, ni atender, ni estudiar.
Yo tuve que salir de clase varias veces porque las lágrimas no dejaban de brotar y mi cuerpo de suspirar pensando en correr hacia el santuario para darla la bienvenida.
Pero después de una hora llega esa llamada.
No es Julieta, las manchas de sus piececitos no son iguales.
La mujer me rogó que nos la quedáramos, que ella tenia 4 perros recogidos de las calles y ya no podía hacerse cargo de mas.
No solo se comprometió a apadrinarla sino a pagar todos los gastos que generaran su recuperación.
Ante esta suplica, ya apunto de llegar a nuestro Santurario, después de abandonar su tren, alquilar un coche, llevarla a un veterinario de urgencias, hacerse casi dos horas de camino,
¿Como la digo yo que no podemos ayudarla?
En ese momento mi corazón no era un corazón, sino un montón de tristes pedazos cortantes de recuerdos y expectativas no cumplidas. Mis besos y mis abrazos, mi dolor y mi calma, todo roto, no me quedaba nada mas que desesperanza y mucha tristeza, intentaba mantenerme en pie y estar serena.
Pero pensaba en mi Julieta, en nuestra nena. Si alguien la viera tan cansada y asustada en la carretera, si alguien pudiera cogerla y no lo hiciera…
Y dije SI, dejé que Raspita entrara en El Hogar, a pesar de que rompía las reglas. Una vez mas, no he podido cumplir lo que he prometido a mis compañeros, pero espero haber podido trasmitiros lo difícil que fue para esa situación, la presión de lo que me dicen que haga y lo que la vida me grita que debo hacer.
Si me he equivocado pido perdón por ello, que las personas sean benevolentes con esta decisión, que quizás no fuy yo, sino que me la mandó nuestra niña Julieta. Quizás ella ya no vuelva y quizás algunos no podamos superar su perdida. Quizás Raspita ha venido a calmarnos ese dolor, o quizás su misión es recordárnosla para que no dejemos de buscarla y no perdamos la ilusión de encontrar a la niña Julieta… si supiéramos como debemos actuar, o el porque de todas las cosas que pasan…
- Si quieres formar parte de su vida, adoptarla y darla un hogar seguro y responsable:
adopciones@elhogarprovegan.org 635120868 / 619932338
- Si te solidarizas con su dolor, si quieres ayudarla y ayudarnos a rescatar a mas animalitos como Raspita, puedes amadrinarla o hacerte soci@ de EHL.
amigos@elhogarprovegan.org 626063469